CONSIDERACIONES SOBRE EL MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN DEL CABALLO

Cada caballo debe manejarse de manera individual cuando se está balanceando la dieta (heno más balanceado). Es importante considerar características propias como son: raza, peso, edad y nivel de ejercicio para poder determinar qué tipo y cantidad de alimento necesita.

Como referencia, aunque esto dependerá de la calidad y del aporte nutricional de la dieta, se puede sugerir que un caballo de más de 1,50 metros necesitara entre 12 y 14 Kg de alimento al día, mientras que un caballo de menos de 1,50 m, entre 11 y 12,5 Kg.

Es importante relacionar la cantidad de heno o pasto con la cantidad de balanceado dependiendo del objetivo al que se destina el caballo, siempre recordando que las pasturas no aportan con el balance ideal de nutrientes, una propuesta puede ser:

• Caballos en mantenimiento: 100-70% forraje y 0-30% de balanceado,
• Caballos en trabajo leve: 70-60% forraje y 30-40% de balanceado;
• Caballos en trabajo moderado: 60-50% forraje y 40-50% de balanceado
• Caballos en trabajo intenso: 50-40% forraje y 50-60% de balanceado.
• Pruebas de alta resistencia, como el endurance, la proporción puede ser de 30-40% forraje y 60-70% de balanceado.

Además de estas proporciones se debe seguir las siguientes recomendaciones:

• Mantener siempre una dieta equilibrada, esto es no olvidar del agua, heno o pasto, balanceado y sal mineralizada si fuese el caso.
• Mientras mayor sea el número de comidas al día mejor será el proceso digestivo, esto ya que en estado natural el caballo consume alimento de manera frecuente, pequeñas comidas a lo largo del día. Es importante crear una rutina ya que los caballos son animales de costumbres, cualquier cambio en el horario de sus comidas de puede llegar producirles una alteración intestinal. Recorar que no se los puede dejar más de 8 horas sin alimento.
• No hacer cambios bruscos en la dieta ya que podrían producir trastornos intestinales en el animal.
• Agua de manera permanente, especialmente antes de las comidas. El agua es fundamental para el caballo ya que supone un 60% de su peso corporal y además la utiliza para la digestión.
• No realizar trabajos o a viajes largos después de comer
• Mantenga limpias todas las zonas de almacenaje de la comida.
• Mantener el heno seco y libre de moho y cuerpos extraños
• Vigile la calidad de todos los alimentos.